Tati Guimarães

¡Hola! Soy Tati Guimarães, y aquí te cuento un poquito sobre mí.

Soy creadora por vocación y ecológica por pasión a la vida.
Nací en Brasil y vivo en Barcelona desde 1998.

Mi trabajo es un reflejo de mi estilo de vida. El interés por una alimentación natural me llevó a una vida más sostenible, y el cuestionamiento ético de mi profesión, al ecodiseño. Esto ocurrió hace más de 20 años, cuando estas palabras aún no existían. Emocionar a través del diseño y crear conceptos que interactúan con las personas para promover el máximo impacto sensorial y el mínimo impacto ambiental es lo que me mueve como diseñadora y persona.

Algunos de mis proyectos son reconocidos a nivel mundial: El salvamanteles Bakus, seleccionado por el MoMA, Museo de Arte Moderno de Nueva York y "best seller" del Museo durante 5 años, y el packaging Cavallum, elegido por el "Global Innovation Report" como uno de los nueve diseños más innovadores del mundo.

Ciclus es mi laboratorio creativo. Aquí desarrollo diseños propios, y también packagings y productos para empresas de diferentes sectores. Les ayudo a navegar por un universo más humano y sostenible de una forma única, creando diseños que impactan en el mercado y, a la vez, respetan el medio ambiente, optimizan recursos y, consecuentemente, reducen costes de producción. Entre mis clientes se encuentran Organic Cotton Colors,
Heineken, Benetton y Fundació Joan Miró.

También soy consultora acreditada por Acció (agencia para la competitividad de la empresa de la Generalitat de Catalunya), especializada en eco-innovación de productos y packagings. Y llevo más de 7 años transmitiendo mis conocimientos a estudiantes de grado y máster de varias universidades, como Elisava, IED (Istituto Europeo di Design) y ESDi (Escola Superior de Diseño). Otra de mis pasiones.

Para inspirarme, observo la vida cotidiana, el universo natural, las diferentes culturas y experimento nuevas posibilidades de expresión a través de nuevos materiales, plantas, alimentos y procesos de producción ancestrales. Confío que un buen diseño está en su simplicidad y en la emoción que propaga. La sostenibilidad y la ética deben incorporarse naturalmente si deseamos vivir en un mundo mejor.